viernes, septiembre 3

Tengo una madre new-age

Los sábados almorzábamos huevos y papás fritas.
Qué buenos (y lejanos) tiempos aquellos.

Hasta que el pediatra le dijo que aflojara porque a los 10 años, mi hermana y yo, teníamos el colesterol de un hombre de 65.

Y se rayó.
En casa se acabaron las comidas fritas for ever y pasamos al pan con 27 cereales, la comida sin sal, la carne magra al horno, la ensaladas, las sopas de verduras, el pescado (al horno), la tartas pluri-vegetalosas y los yogures light.
Mi progenitor defendió como pudo su último bastión: los embutidos y *manices*
Llego a hacer ella misma hamburguesas de pescado y tortas de zanahoria!!
Vaaale... en casa nos acostumbramos a comer sanito.

Hace unos meses empezó a hacer yoga y esta súper entusiasmada con la agilidad lentamente recuperada después de años de inactividad. Hasta le cambió la energía.
Vaaale ... me encanta que después de años de no hacer nada por ella se cuide.

Pero es que ayer chateando (si, mi mamá chatea y envia mails) me dice que empezó a hacer gimnasia los días que tenia libres. O sea que lunes, miércoles y viernes hace lo de la posición de loto, y martes y jueves ejercicios aeróbicos.
Todo bien, me encanta esta nueva actitud suya, pero ¿qué me voy a encontrar cuando vuelva a Argentina?

Si la encuentro comiendo apio mientras escribe con lápiz labial *afirmaciones* en el espejo del baño, se acabó, vamos a tener que hablar seriamente.


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